Este sendero es lineal y podemos realizarlo en ambas direcciones, bien partiendo de la estación de Jimera de Líbar o bien de la estación de Benaoján. En esta ocasión optaremos por salir de la estación de Benaoján, para llegar a Jimera de Líbar y una vez allí, podemos optar por regresar por el mismo camino o bien por volver en tren hasta el principio. Ni que decir tiene que si nuestra intención es la de volver en tren tendremos que cuadrar los tiempos en función de la salida del tren.
Una vez pasado el pequeño puente que se encuentra en la estación y que nos permite cruzar el río Guadiaro, giraremos a la derecha para empezar la senda por la vía pecuaria «Cañada Real del Campo de Gibraltar», durante todo el sendero tendremos como acompañantes la vía férrea y el río Guadiaro cruzándose en varias ocasiones el uno con el otro.
Las vistas del valle comienzan a ser excelentes, encajados entre la Sierra del Chaparral y del Palo a nuestra derecha y las lomas del Conio a la izquierda. Al otro lado del río vemos una zona de tupida vegetación, donde un arroyo se une al Guadiaro descargando las aguas infiltradas en las calizas de la Sierra del Palo. En este paraje, denominado Las Artezuelas, existe una captación de agua de donde se abastecen las localidades de Jimera de Líbar y Cortes de la Frontera.
A partir de las ruinas de la Venta del Arroyo de la Dehesa, comienza el tramo más atractivo de la ruta, el cual discurre por el sinuoso paraje de las Angosturas del Guadiaro. El valle se encajona, embraveciéndose sus aguas con varios rápidos. El bosque de ribera se vuelve más frondoso si cabe, destacando una profusa sauceda, fresneda y chopera, rodeándole un tupido encinar y quejigal que sube por las laderas.
Llegamos al Mirador de las Angosturas, donde contemplamos preciosas panorámicas del entorno. El sendero continúa paralelo al río, y la vía ferroviaria tiene que salvar la abrupta orografía con puentes y túneles. Tras llegar al nivel del río podemos hacer una parada por si alguno desea darse un chapuzón en un remanso apartado para volver al sendero que en este punto empieza un sube y baja en repetidas ocasiones.