Este precioso sendero discurre por el monte público que le da nombre, paralelo a la garganta que da frescor y aporta una inmejorable banda sonora. Coincide en buena parte de su recorrido con la cañada real de San Roque a Medina Sidonia, tramo en el que es posible el tráfico rodado hasta un aparcamiento reservado para personas con discapacidad, que podrán hacer un tramo adaptado de seiscientos metros lineales.
Después, el sendero se adapta a un terreno quebrado que nos permitirá conocer la formación vegetal más distintiva del Parque Natural Los Alcornocales, los canutos. En ellos veremos avellanillos y rododendros, éste último aquí conocido como ojaranzo, uno de los arbustos más emblemáticos del parque. La frondosidad se presenta con una exuberante vegetación formada por alisos, quejigos cargados de musgo y helechos que proporcionan un frescor que agradeceremos.
Estos montes, aunque de difícil acceso, proporcionaron leña para la fabricación del carbón, como podemos comprobar en el alfanje, terreno compactado y sin apenas vegetación, que nos encontramos a pie de camino
Tras llegar al aparcamiento habilitado para personas con discapacidad, giraremos a la derecha para empezar el camino por la garganta de La Palanca, tributaria también del arroyo de Valdeinfierno. Cerca del agua podremos ver alisos, a veces agarrando la tierra con sus raíces, a modo de gigantesca mano que impidiere el arrastre de materiales aguas abajo. Ahora vamos de vuelta andando paralelos al cauce, en dirección este y siguiendo el curso del Valdeinfierno, con agua en cualquier época del año, lo que permite la existencia de la vegetación característica de los canutos.
El tramo accesible toca a su fin, siendo un lugar ideal para tomar un respiro y continuar el camino que ahora empieza a subir por una zona
más angosta para llegar después a la pista forestal que nos llevó al principio del recorrido. En este último tramo veremos algunos alisos
que se atreven a separarse del cauce principal, pero siempre buscando agua, aunque ésta se seque en verano, y que son cubiertos por enredaderas que buscan la luz creando un ambiente sombrío.
Cerca del aparcamiento encontramos el Área Recreativa La Montera del Torero donde poder comer y relajarnos y terminar de pasar el día.